Las Dimensiones de la Cruz
- ElyonAdolescentes
- 21 oct 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 7 nov 2019

Recuerdo una época que devoré un libro de más de 400 páginas acerca de la cruz de Cristo. Creo que nunca había leído tanto como hasta ese momento. Aprendí mucho de la cruz, sobretodo en su contexto cultural de donde leemos sobre la muerte de Jesús.
Desde aquel momento abrí mi imaginación para que el pensamiento de la cruz hiciera lugar y echara raíces en mí, entonces empecé a profundizar en su significado dado que, en nuestra cultura acá en el 2019, pensar en una cruz es pensar en religión o recordar a un cristo que continúa crucificado con cara de dolor.
Mirar la cruz me obligó a trasladar mi ser al primer siglo y entenderla tal como ellos la entendían. Lo cierto es que en el primer siglo la cruz no era un orgullo que todos querían llevar colgado en su cuello como una cadena de oro, todo lo contrario, la cruz representaba el desprecio y el dolor que merecía un ser miserable camino a la muerte más cruel que existía en aquel tiempo; morir en una cruz significaba perder el derecho a una muerte digna como consecuencia de malos actos; por ello a la cruz iban los ladrones, asesinos, entre otros desgraciados.
Debo decir también que empecé a leer sobre la cruz perdido en mi ignorancia acerca de la misma, pero no la abandoné, persistí hasta que al fin pude encontrarme en ella.
Una canción que me gusta mucho y habla sobre la cruz dice asi; “Hoy, vuelvo a estar de frente a la cruz, donde en mi lugar estabas tú, ¡Oh!, Jesús...”, Jesucristo tomando mi lugar para hacer algo que yo jamás pudiera haber echo, me encanta pensar en la cruz como un instrumento que simbólicamente explica lo que Dios está haciendo a nuestro favor: Dios desde arriba en los cielos desciende hasta lo más bajo y toma la forma de un hombre para extender sus brazos en la cruz y abrazar en su amor a todo aquel que en Él cree y así darle vida eterna. La cruz conecta todas las dimensiones posibles de este mundo, nada puede escaparse a la verdad de la cruz; en ella vemos a Dios amando al hombre como ningún otro puede hacerlo.
ANCHURA. Si extendiéramos nuestros brazos lo más amplio posible no lograríamos abarcar todo lo que Dios abarca por medio de Cristo en esa cruz. La Biblia se encarga de mostrarnos desde la historia de Abraham, en el Éxodo con Moisés y más tarde en los evangelios junto con las cartas pastorales que Dios siempre busca que el hombre (su creación) vuelva a Él y alcance vida eterna; su dádiva no está reservada meramente para un pueblo con un credo, este regalo es para todo aquel que se deja abrazar por esos brazos extendidos en la cruz. Esta dimensión habla de la amplitud del propósito de Dios.
PROFUNDIDAD. Realmente es un misterio la obra de la cruz, es un asunto histórico, pero también teológico, muchos han encontrado problemas al entender lo que Dios estaba haciendo en la cruz de Cristo y precisamente por tratar de entender este acto de amor eterno que está lejos de nuestra comprensión humana que es limitada, ¿puede el hombre entender a Dios? Sería una buena pregunta para empezar, realmente Dios se da a conocer, y lo que sabemos acerca de él es porque Él así ha querido revelarlo, de modo que, lo que nos ha sido revelado por medio de Cristo debe accederse por la fe mas no por nuestra capacidad intelectual. Dios en Cristo estaba crucificado en esa cruz, el Todopoderoso en una cruz, el creador de los cielos, de todo el universo, desciende para tomar nuestra forma y morir cruelmente en una cruz. Esta dimensión traza una línea desde el cielo hasta nuestra tierra, es un trazado de amor.
LONGITUD. Toda la Biblia nos habla de Cristo, tanto el antiguo testamento como el nuevo testamento hablan de Cristo; Él es la centralidad del mensaje de Dios. Esta dimensión habla del Cristo que se esperaba con expectativa y del cual muchos fueron una sombra o un eco hasta Su venida. Recuerdo al rey David, muy conocido por sus hazañas y también por sus debilidades. El rey David es una sombra de quien más adelante vendría y gobernaría a su pueblo con justicia y sin mancha de pecado. La vida de Moisés nos apunta a aquel que más adelante vendría para traer libertad eterna para nuestra alma perdida. Todos los profetas convergen en una sola voz que se levantaría para volver el corazón del hombre a Dios, la voz de Jesucristo. El maná que cayó del cielo ahora en Jesucristo es dado directo a nuestro corazón como alimento que no escasea; él es nuestro pan de vida. Esta dimensión nos habla de Jesucristo anunciado y proclamado por todos los tiempos.
ALTURA. Jesucristo no es una historia del pasado, tampoco debemos reducir su presencia como una acción para el presente; Jesucristo es nuestro futuro. Todo cristiano redimido por la sangre de Cristo mira el mañana con una esperanza: Cristo viene pronto, y viene por su iglesia. Me encanta pensar en que aquel día nos llevaremos muchas sorpresas porque ahora creemos saber identificar quiénes son iglesia, pero la Biblia nos enseña que Él es el buen pastor, él conoce sus ovejas y que sus ovejas lo conocen a él. Cuando Cristo vuelva por segunda vez llamará a Su iglesia y ésta desde los rincones más lejanos del mundo responderá a Su voz. Ésta es nuestra esperanza, un hijo de Dios no pone su mirada en las cosas terrenales, su esperanza está arriba; esta dimensión nos habla de la esperanza del Reino: Cristo vuelve pronto.
Te invito a que vuelvas a mirar la cruz de Cristo y logres ver sus dimensiones y en ella puedas encontrarte tal como lo hice yo.
Con cariño,
Lcdo. y Pst. Marcos Guaycha J.
Dibujo por Sofía Naranjo
ElyonAdolescentes Viernes 20h00, calle cuarta y las monjas. Iglesia Galilea "Plenitud de Vida" Guayaquil - Ecuador
Está SUPER!!!